En la primera década del siglo XXI, el periódico impreso se ha visto sometido a una nueva corriente o medio de comunicación, el periodismo digital o ciberperiodismo.
Aunque este fenómeno ha llevado al nacimiento de publicaciones
únicamente digitales que optan por no disponer una versión en papel, ya
que los costos de impresión y producción disminuyen y su difusión es
mucho más extensa y eficaz.
De este modo, la versión digital
no sólo ha hecho que se tenga una copia exacta de los impresos en la
web, sino también ha creado una nueva forma de hacer noticias. Este
nuevo medio ha desarrollado un lenguaje propio y específico, que se
queda a medio camino entre el lenguaje tradicional escrito y el lenguaje
audiovisual. Esto se debe a que la red permite la inclusión texto,
sonido e imágenes facilitando al usuario la lectura y comprensión de la
noticia. Todo ello se suma a un lenguaje no tan estrictamente formal
como en la prensa tradicional, ya que la rapidez también es una
característica propia de este medio, tanto en la lectura como en la
edición de la información. Del mismo modo que no se redacta igual en televisión, radio y prensa escrita, el consumo, por tanto, también es diferente, convirtiéndose en más extenso e intenso al minuto.
La multimedialidad facilita la interactibidad entre emisor y receptor, algo que hasta ahora ningún medio permitía, ya que eran dirigidos unidireccionalmente: el emisor envía un mensaje que el receptor interpreta, sin la posibilidad de responder. Existen blogs, zonas de comentarios, con críticas y opiniones de usuarios. Esto mejora el trabajo del periodista que se cerciora que su mensaje o información tiene repercusión y al mismo tiempo, puede subsanar sus errores de redacción (recordando que el lenguaje empleado por el periodista está más cercano al oral que al escrito propiamente dicho, aunque mantenga ciertas normas lingüísticas). Además de una nueva concepción del receptor más allá de considerarse un mero consumidor de información, surge el llamado periodismo ciudadano donde la acción de los mismos toma un papel protagonista en la redacción de noticias.
Los periódicos digitales en español más consultados en todo el mundo son (Septiembre 2016): El País (España) con 11.618.000 usuarios únicos, El Mundo (España) con 9.036.000 usuarios únicos, Clarín (Argentina) con 8.179.000 y La Nación (Argentina) con 7.382.000 lectores
La multimedialidad facilita la interactibidad entre emisor y receptor, algo que hasta ahora ningún medio permitía, ya que eran dirigidos unidireccionalmente: el emisor envía un mensaje que el receptor interpreta, sin la posibilidad de responder. Existen blogs, zonas de comentarios, con críticas y opiniones de usuarios. Esto mejora el trabajo del periodista que se cerciora que su mensaje o información tiene repercusión y al mismo tiempo, puede subsanar sus errores de redacción (recordando que el lenguaje empleado por el periodista está más cercano al oral que al escrito propiamente dicho, aunque mantenga ciertas normas lingüísticas). Además de una nueva concepción del receptor más allá de considerarse un mero consumidor de información, surge el llamado periodismo ciudadano donde la acción de los mismos toma un papel protagonista en la redacción de noticias.
Los periódicos digitales en español más consultados en todo el mundo son (Septiembre 2016): El País (España) con 11.618.000 usuarios únicos, El Mundo (España) con 9.036.000 usuarios únicos, Clarín (Argentina) con 8.179.000 y La Nación (Argentina) con 7.382.000 lectores
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